El poder de descansar conscientemente
Uno de los momentos más esperados dentro nuestra práctica de yoga es savasana, el momento en el que nos detenemos a descansar.
Aunque savasana es una postura de descanso, eso no implica dormirnos.
Debemos permanecer conscientes y despiertos en su ejecución.
Savasana significa literalmente: “postura del cadáver” y es la que hacemos para cerrar nuestra práctica.
Su objetivo es absorber toda la práctica realizada hasta ese momento e integrarla en cada parte de nuestro cuerpo. Por eso para que sea efectiva tenemos que haber hecho nuestra práctica conscientemente.
Cuando nuestro cuerpo esta activo, sufre un desgaste, así que para regenerarlo tiene que descansar.
Pero a veces no “sabemos” o “podemos” descansar y esto pasa porque hay un estrés ya sea en nuestros músculos, en nuestra mente o a través de nuestras emociones. Quizás el que comprendemos más es el estrés en nuestros músculos, ya que podemos percibir más ese bloqueo. En este caso, ese estrés se produce cuando después de terminar nuestra actividad física, el músculo no consigue hacer la distensión y queda “bloqueado” o tenso. Y ahí es cuando aparecen los problemas para descansar.
Cuando nuestro cuerpo esta en savasana (descansando), el músculo no tiene fuerza, pues no recibe energía, por eso cuando salimos de la postura empezamos a mover el cuerpo, nos estiramos, nos desperezamos de ese modo, volver activar nuestros músculos, llevándoles la energía necesaria para seguir nuestro día.
Esta postura no solo trabaja el cuerpo físico, también trabajamos el cuerpo emocional y el mental, por eso al salir de la postura podemos sentir una ligereza, un bienestar en todo nuestro ser.